Las latas de hierro de grado alimenticio generalmente se llenan con nitrógeno, lo que las aísla del aire, lo que favorece la conservación del café y otros alimentos, y no se deterioran fácilmente. Una vez abierta, la lata de hierro para café debe consumirse en un plazo de 4 a 5 semanas. Sin embargo, la hermeticidad y la resistencia a la presión de la bolsa son deficientes, lo que dificulta su almacenamiento y transporte. Su vida útil es de aproximadamente un año y es fácil de romper durante el transporte. Se imprimen patrones en las latas de hierro para que los productos no solo contribuyan a la conservación de alimentos, sino que también tengan un aspecto decorativo que atraiga la atención de los clientes. Se requieren procesos de impresión complejos para lograr efectos exquisitos. Las latas de hierro para envasar café hechas de hojalata, según las características del contenido (café), generalmente requieren un recubrimiento de pintura en la superficie interior para evitar que el contenido erosione las paredes y se contamine, lo que facilita su almacenamiento a largo plazo.